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Premium feature, preview onlyEsa noche, Brad conocía a Ellen, una hermosa estudiante de veinte años, de piel blanca, labios rosa, cejas definidas que parecían ser dibujadas, unas pestañas pequeñas que decoraban sus grandes ojos, de mirada tierna, coqueta y dulce, su cabello largo castaño claro y ondulado, era el toque que remataba la belleza que poseía ella; él y Ellen después de bailar y platicar un rato, acordaban; ya con unas copas de más; irse a la habitación de hotel donde él se hospedaba.
Una vez estando allí, entre besos y caricias, Bradley desnudaba a la joven; Ellen se mostraba accesible e incluso le ayudaba a él con su ropa; Brad al notar su grandes pechos, se disponía a besarlos y con su lengua a recorrerlos de arriba abajo, de lado a lado; sus pezones los lamía con la punta de la lengua; jugándoles para ir sintiendo como se ponían duros de la excitación; ya con los pezones firmes y los senos macizos, él la recostaba con mucho cuidado en la cama, continuaba besándola y con sus manos acariciaba su silueta definida y cuidada; colocando su lengua entre sus pechos la deslizaba hacía abajo, dejando un camino de saliva.
Mientras Ellen gemía y disfrutaba el momento; él al quedar en su abdomen, daba unos suaves besos en el vientre bajo; lo hacía con tanta delicadeza que le provocaba a ella suspiros y erizarle la piel; como si fuera una flor, Bradley, olía el sexo de ella, la tocaba con suavidad y sin premura.